Es una capa de material orgánico o inorgánico colocada sobre la superficie del suelo en áreas agrícolas. Su propósito principal es conservar la humedad del suelo, reducir la evaporación y mantener una temperatura estable. Además, el mantillo ayuda a controlar el crecimiento de malezas al bloquear la luz solar, lo que limita su desarrollo. A medida que se descompone, el mantillo orgánico enriquece el suelo con nutrientes y mejora su estructura. También puede prevenir la erosión del suelo y fomentar la actividad biológica beneficiosa. Utilizado correctamente, el mantillo contribuye a prácticas agrícolas sostenibles y mejora la salud general de los cultivos.
Aplicaciones:
- Conservación de humedad: Mantiene la humedad del suelo al reducir la evaporación, lo que disminuye la necesidad de riego y favorece el crecimiento de las plantas en condiciones secas.
- Control de malezas: Bloquea la luz solar y previene el crecimiento de malezas, reduciendo la competencia por nutrientes y agua y facilitando el mantenimiento del cultivo.
- Regulación de la temperatura del suelo: Ayuda a mantener una temperatura del suelo más constante, protegiendo las raíces de las plantas de extremos térmicos tanto en climas cálidos como fríos.
- Mejora de la estructura del suelo: A medida que se descompone, el mantillo orgánico enriquece el suelo con nutrientes y mejora su textura, lo que favorece una mejor aireación y drenaje.
- Prevención de la erosión: Actúa como una barrera que protege el suelo de la erosión causada por la lluvia y el viento, preservando la integridad del terreno y reduciendo la pérdida de nutrientes.
Presentación:
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