La arcilla es un material natural compuesto por minerales como silicatos de aluminio, hierro y magnesio que le otorgan propiedades únicas en la agricultura y horticultura. Su capacidad para retener agua y nutrientes es fundamental para mejorar la calidad del suelo especialmente en regiones con climas secos o suelos pobres. Al mezclarse con otros tipos de sustratos la arcilla permite una mejor distribución de los nutrientes y ayuda a mantener la humedad del suelo por más tiempo beneficiando el desarrollo de las raíces y el crecimiento saludable de las plantas.
La arcilla se utiliza principalmente para mejorar la estructura del suelo aportando cohesión en terrenos arenosos y facilitando la retención de nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio.
Su capacidad de infiltración lenta permite un suministro constante de agua a las plantas siendo ideal para cultivos que requieren una hidratación prolongada y controlada sin encharcamiento del terreno.
Aplicaciones:
- Alta capacidad de retención de agua, lo que evita la desecación rápida del suelo.
- Retención de nutrientes: Almacena nutrientes clave para las plantas.
- Mejora de la estructura del suelo: Ayuda a compactar suelos arenosos, haciéndolos más fértiles.
- Lenta infiltración: Favorece un suministro constante de agua a las raíces.
- Apto para suelos agrícolas: Mejora la calidad de suelos pobres en materia orgánica.
Presentación:
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